Un año más, un impacto más

Hoy es un día especial para mí, no solo porque marco un año más de vida, sino también porque celebro un año lleno de aprendizajes, desafíos y crecimiento en el camino hacia el triple impacto.

En este recorrido, he comprendido que cada decisión que tomamos —ya sea como personas o como líderes empresariales— tiene el poder de transformar realidades. Nuestro tiempo es limitado, pero la influencia que podemos ejercer con nuestras acciones conscientes y sostenibles no lo es.

En lo profesional, este año ha sido clave para Sowtechsolutions, la consultora que con tanto orgullo lidero. Junto con mi equipo, logramos grandes hitos: lanzamos un MVP para la gestión de ESG, un proyecto que combina tecnología e impacto social para ayudar a las empresas a medir y mejorar su desempeño en sostenibilidad. También dimos vida a la segunda edición del curso Liderazgo Sostenible Empresarial, un espacio donde buscamos inspirar a líderes para que integren el triple impacto en sus decisiones. Y, como si fuera poco, trabajamos en nuestra propia certificación B, porque creemos que predicar con el ejemplo es la mejor forma de generar confianza.

Más allá de los logros tangibles, este año me marcó por los aprendizajes personales. Entre reuniones, presentaciones y nuevos proyectos, entendí la importancia de simplificar y priorizar. No todo es urgente, pero todo lo que hacemos debe ser significativo. Aprendí a valorar los momentos de pausa, esas conversaciones con amigos o colegas que te llenan de energía y te recuerdan por qué haces lo que haces. También redescubrí que, aunque a veces parezca difícil, la constancia siempre da frutos.

Durante el último año, he trabajado junto a un equipo comprometido y visionario para demostrar que el triple impacto no es solo un ideal, sino una estrategia viable que impulsa a las empresas hacia un futuro más próspero y equilibrado. Hemos visto cómo pequeñas acciones pueden generar grandes resultados, desde la implementación de herramientas digitales para optimizar recursos hasta el acompañamiento en la transición hacia modelos de negocio más responsables.

Hoy, quiero reflexionar sobre tres aprendizajes clave que me ha dejado este año:

  1. La coherencia es el eje del liderazgo sostenible. No podemos pedir transformación si no estamos dispuestos a transformar primero nuestra manera de liderar.
  2. El impacto comienza en las pequeñas decisiones. Desde elegir a proveedores éticos hasta integrar tecnología que priorice la eficiencia y el medio ambiente, cada acción cuenta.
  3. El cambio no es lineal, pero siempre es posible. Aunque el camino puede ser desafiante, cada paso nos acerca al propósito.

Quiero aprovechar este momento para agradecer. Primero, a mi equipo, que cada día demuestra que el trabajo colaborativo es la base para lograr grandes cosas. Segundo, a las empresas y líderes que han confiado en nosotros; gracias por creer en nuestro trabajo y permitirnos ser parte de su transformación. Y, por último, a mi comunidad: los que leen, comentan y comparten nuestras ideas. Su apoyo constante me motiva a seguir adelante.

Mientras soplo las velas, mi deseo es claro: que sigamos sembrando un futuro en el que empresas, personas y el planeta trabajen juntos por un bien común. Que cada acción que tomemos sea una semilla de cambio, y que nunca dejemos de soñar con un mundo mejor.

Hoy celebro no solo mi cumpleaños, sino también cada paso dado, cada aprendizaje compartido y cada logro alcanzado juntos. Celebro el impacto que estamos construyendo como comunidad, como líderes, como soñadores. Gracias por ser parte de este camino, por inspirarme y recordarme que los grandes cambios siempre comienzan con pequeños actos llenos de propósito.

¡Vamos por otro año de desafíos, aprendizajes y, sobre todo, esperanza! Porque el mejor regalo siempre será construir un futuro que valga la pena para todos.

Martin O. Ciarlo

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